En el núcleo de toda empresa exitosa yace una estructura organizacional sólida. Esta estructura determina cómo fluye la información, cómo se toman las decisiones y cómo se distribuyen los recursos. Tres modelos destacan por su prevalencia y eficacia en diversos contextos: Funcional, Divisional y Matricial. Cada uno ofrece un enfoque único para organizar el talento y los recursos, con sus propias fortalezas y desafíos.
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