El mercado móvil esta explotando, impactando todo —desde los dispositivos mismos, a la infraestructura que los respalda, hasta el tiempo que los usuarios pasamos en Internet. Las mejoras en la velocidad de las conexiones, capacidad de los dispositivos, y la caída de los precios solo puede acelerar esta tendencia. La cantidad de tiempo que las personas dedicamos a nuestros smartphones ya está a la par con el tiempo que dedicamos a escuchar radio.
Dentro de poco tiempo la distinción entre móviles o computadores va a ser anacrónica. Será simplemente la Web.
La aparición de los smartphones generó una amplia y atractiva variedad de experiencias de usuario. Clear y Rise transformaron al contenido en la interfaz, eliminando completamente la navegación. Flipboard fue el pionero en fusionar el diseño de imprenta tradicional con una elegante experiencia de usuario en los móviles. Junto con Pinterest, establecieron una nueva norma para el diseño de interfaz.
La navegacion de la APP Path y el pull to refresh de la APP de Twitter son solo dos momentos memorables en el avance hacia una navegación gratificante e instintiva. La apuesta de Google en el aprendizaje de máquinas y la experiencia de usuario muestra el potencial de los dispositivos del futuro con Google Now.
Aunque estas innovaciones son admirables, la mayor parte del diseño Web avanza a los tropiezos debido a la diversidad de tamaños de pantalla y casos de uso que presenta la impresionante variedad de dispositivos nuevos. El diseño adaptable fué la respuesta a esta realidad, pero en la mayoria de los casos es utilizado como un parche, y no como una herramienta para ofrecer una experiencia óptima.
Como diseñadores, necesitamos aprovechar el diseño adaptable para ofrecer la experiencia ideal: usable, útil, y atractiva.